El Grupo de Países Productores del Sur, GPS, participó en la segunda jornada del T20 en un panel donde se resaltó la importancia de la construcción de un sistema alimentario sustentable, que beneficie a la mayor cantidad de población global.
Para lograr un «futuro alimentario sustentable» es primordial construir sistemas que respalden el crecimiento y el empleo, garanticen la inclusión social y equidad, promuevan la resiliencia climática y la sostenibilidad ambiental, la biodiversidad y generen una nutrición saludable para todos. Esta es la recomendación que especialistas en agroalimentación dejaron durante la segunda jornada del T20, celebrada en el CCK de Buenos Aires.
Martín Piñeiro, miembro fundador de GPS, Grupo de Países Productores del Sur, participó en el foro “Sustainable Food Systems and Trade”, compartió reflexiones con Máximo Torero, Director Ejecutivo del World Bank y Rob Vos, del International Food Policy Research Institute; y David Labord, directivo del International Food Policy Research Institute, quien actuó como moderador de la disertación.
Se destacó que el 20% del consumo agroalimentario es explicado actualmente por el comercio internacional, el que, a su vez, se encuentra muy concentrado en regionales y países, ( los cinco principales importadores y los ocho exportadores dan cuenta de alrededor del 50% de las importaciones y exportaciones mundiales). Sin embargo, la pluralidad de países e interese hace imposible arribar a un acuerdo a nivel multilateral. Por ello, una de las alternativas que se podrían plantear es que el G-20 proponga a la OMC la formación de un grupo plurilateral para facilitar acuerdos de acceso a mercado y garantía de provisión entre los exportadores e importadores netos de alimentos.
Además, los cuatro expertos hablaron sobre cómo mejorar los sistemas sostenibles de producción de alimentos y optimizar la seguridad alimentaria y la nutrición. También abordaron fórmulas para potenciar la productividad agrícola, y las prácticas que aseguran la gestión sostenible de los recursos naturales en una economía global y cambiante. Se destacó la importancia de mejorar la provisión de bienes públicos internacionales, mejorando la toma de decisiones y reduciendo las pérdidas en los sistemas y cadenas agroalimentaria.
En sus exposiciones, los especialistas destacaron que una de las principales preguntas para los gobiernos es cómo movilizar los recursos financieros para respaldar las inversiones en tecnologías y sistemas alimentarios sostenibles y que, además, tengan algún impacto global significativo.
Las conclusiones enfatizaron que la adecuada preparación de proyectos y estructuración financiera son cruciales para apalancar fondos del sector público hacia la agricultura. Y se resaltó que al carecer de proyectos estructurados de manera adecuada, las inversiones se postergan o no llegan a concretarse.