La reunión del G20 que se realizará este año en Brasil se encuentra en proceso de recibir contribuciones tanto del grupo de think tanks (T20) como de las instituciones empresariales (B20).
En este contexto, miembros de GPS han participado, junto con otras instituciones en la elaboración de documentos de análisis y propuestas.
En el marco del T20 se aceptaron cuatro propuestas en las que participaron técnicos de GPS. Todas tienen el foco en la relación entre seguridad alimentaria, comercio internacional y sostenibilidad de los sistemas productivos, como contribución a la solución de los problemas que plantea el cambio climático.
El primer trabajo remarca la importancia de un sistema de comercio equitativo y balanceado en un contexto donde la seguridad alimentaria se encuentra en riesgo y es agravada por las consecuencias del cambio climático. Esto es particularmente cierto para países en desarrollo que, con recursos limitados, deben lograr una producción sostenible que ahora debe integrar, adicionalmente, la conservación de la biodiversidad y la reducción de emisiones. Los desequilibrios entre la producción y el consumo de alimentos conducen a una mayor dependencia de las importaciones, lo que pone de relieve la necesidad de un comercio estratégico de alimentos para estabilizar los sistemas alimentarios mundiales. Estas cuestiones, así como las oportunidades que el comercio agroalimentario ofrece para reformar los métodos de producción perjudiciales para el medio ambiente, ponen de relieve el vínculo estratégico entre sustentabilidad, comercio y seguridad alimentaria.
Un segundo trabajo se refiere a las cuestiones de etiquetado de los alimentos y el aseguramiento de la calidad. Teniendo en cuenta que más de una quinta parte de todos los alimentos consumidos a nivel mundial son importados, la interdependencia global de los sistemas agroalimentarios requiere que los países trabajen juntos en una mayor armonización de sistemas de etiquetado que provean información confiable al consumidor sin generar confusión.
Un tercer documento se refiere a los alcances de los estándares que se están implementando en algunos mercados que, al no tener en cuenta la diversidad de los sistemas productivos, se convierten en barreras al comercio agrícola, sin base científica y en colisión con la normativa de la OMC, y generan efectos distorsivos en el comercio internacional, con claros efectos negativos sobre la seguridad alimentaria.
Por último, el cuarto documento, profundiza en torno al rol de las nuevas regulaciones ambientales definidas unilateralmente por algunos países (por ejemplo el Reglamento de Deforestación de la UE), que buscan abordar problemas ambientales globales y su potencial efecto distorsivo sobre el comercio, que afecta más fuertemente no sólo a los países en desarrollo y los países menos desarrollados sino también a grupos sociales vulnerables, como son los pequeños agricultores. Esto puede generar efectos perjudiciales sobre el crecimiento económico, el desarrollo humano y la integración dentro del sistema de comercio global. El trabajo realiza una serie de aportes y sugerencias para promover un comercio justo y equitativo que contemple el cambio climático y los sistemas agroalimentarios, garantizando la participación de los países en desarrollo y los países menos avanzados.
Asimismo, en el marco del B20, miembros de la red GPS participan en los grupos de trabajo de Inversión y Comercio así como en el de Sistemas Alimentarios Sostenibles. Ambos grupos se encuentran en el proceso de consultas entre los participantes para recibir aportes para el desarrollo de los documentos finales con sugerencias de políticas del sector empresarial a las decisiones que se tomarán en el G20.