El especialista en negociaciones internacionales y miembro de la red @GPSLatinAmerica, calificó como un «fracaso previsible» a la 11ª Reunión Ministerial de la Organización de Comercio que se llevó a cabo en Buenos Aires hasta el 13 de diciembre. «Hace falta una gran crisis».
Gustavo Idígoras es consultor especializado en agronegocios y bioenergía; durante 17 años fue negociador de la Argentina ante la Unión Europea como ministro consejero agrícola. Como parte del equipo de apoyo del Grupo de Países Productores del Sur, el especialista cree que la OMC es víctima del momento histórico.
«El comercio no está creciendo y los países están buscando otro tipo de acuerdos comerciales, como acuerdos bilaterales y regionales. En GPS hemos reflexionado mucho sobre la pérdida de influencia de la OMC y entendemos que hace falta un gran crisis, humanitaria, de seguridad alimentaria, climática o financiera para que los países de convenzan de la necesidad de establecer nuevas reglas y la OMC se modernice», aseguró el consultor al término del encuentro porteño que contó con la participación de más de 160 países.
Idígoras estima que Argentina hizo los deberes durante la cumbre porteña, organizando foros con empresarios como una forma de impulsar la agenda comercial, lo que calificó como una buena iniciativa.
«Una de las misiones de GPS es proponer fórmulas para que los países de la región sean mas ofensivos a su agenda comercial. Un ejemplo es lo que está sucediendo con el Mercosur, que está saliendo de su postración negociando con la Unión Europea», explicó el ex embajador. A su juicio se juzga con mucha severidad al Mercosur cuando se le responsabiliza por la falta de acuerdo con los europeos. «La Comisión Europea está debilitada por el Brexit y tampoco podemos pedirle al Mercosur que pase de la terapia intensiva a convertirse en Ironman en tres días», comparó.
«Mi reflexión personal es que la única manera de hacer un buen acuerdo con China; los europeos no quieren perder posicionamiento y esa perspectiva podría movilizarlos a no perder la oportunidad de un acuerdo con Mercosur».
A pesar de la inmovilidad que afecta a la OMC, estima Idígoras, ese organismo aún tiene músculos para imponer nuevos estándares para el comercio que combinen seguridad alimentaria y sustentabilidad.
«Por ejemplo, establecer como norma ante la OMC que los países que puedan demostrar un balance de carbono neutro o positivo (en su producción agropecuaria) puedan tener acceso libre a cualquier mercado del mundo. ¿Por qué no establecer una norma ISO que lo valide a nivel global? Sé que es una idea polémica, pero en GPS creemos que las ideas novedosas son las que estimulan la discusión», concluyó el experto.
