Succeso No Campo, 22 de agosto de 2022.
Los países unidos de América son fuertes en la geopolítica global, ya que América Latina juega un papel clave para garantizar la seguridad global, ya que las naciones cuentan con agua, clima y una matriz energética renovable. Sin embargo, la región debe participar activamente en la formación de métricas globales, destacando la diferencia entre la producción en regiones templadas y tropicales. La evaluación estuvo a cargo de Ingo Plöger, presidente de CEAL Cap. Brasil, realizado en la apertura del Diálogo de Líderes: La nueva estrategia de las Américas y sus alianzas políticas. Seguridad Energética, Alimentaria y Sustentable, promovida por el Consejo Empresarial Latinoamericano (CEAL).
El presidente de ABAG – Asociación Brasileña de Agronegocios, Luiz Carlos Corrêa Carvalho, cree que las métricas son relevantes para las cadenas productivas y la huella de carbono es relevante para América Latina. “Por lo tanto, esta regulación, certificación, información de trazabilidad son narrativas que deben estimular la productividad y la eficiencia de los agronegocios en Brasil y las Américas”, dijo.
Eduardo Serantes, presidente de GPS (Grupo de Productores del Sur), la Unión Europea ha liderado el tema de la sustentabilidad, poniendo métricas para el mundo. “Tenemos que intervenir porque somos sostenibles, tenemos certificados y procesos para el desarrollo de una bioeconomía importante para el mundo”, señaló.
Para Alida Bellanti, vicepresidenta de CEAL Cap. Brasil, la sustentabilidad ha sido un imán impulsor en las negociaciones e inversiones globales. Por ello, comentó que siempre es importante recordar que la región cuenta con importantes activos ambientales y es el mayor polo de bioeconomía circular, que otorga poder de negociación global.
Según Carvalho, la capacidad competitiva de los países latinoamericanos es especial. En Brasil, por ejemplo, existe una política específica para biocombustibles, Renovabio, que se desarrolló con la integración del sector privado y el poder público, con metas a diez años, con análisis anuales. “Los productores reciben incentivos cuando obtienen una reducción constante en las emisiones de carbono equivalente”, agregó.
Esa integración, en el análisis del presidente de ABAG, es fundamental. “Estamos iniciando la creación de un mercado global de carbono y esto no será posible sin esta relación entre lo público y lo privado”, señaló. A su juicio, también es necesario continuar con el desarrollo tecnológico en agronegocios en la región y seguir adoptando sistemas que integren cultivos, como el ILPF (Integración Cultivo-Ganadería-Bosque), que contribuyen a producir más, con menos de la huella de carbono. “Hay un efecto ahorrador de tierra, es decir, más productos agrícolas sembrados y cosechados, en un área más pequeña, con menos emisiones”.
Durante el evento, María Gloria Alarcón, presidenta de CEAL Cap. Ecuador, señaló los desafíos sociales, políticos y económicos de la región y reflexionó sobre la pertinencia de promover debates regionales y nacionales sobre los principales temas que se plantean en el comercio mundial. A su juicio, la iniciativa privada es fundamental para presionar al gobierno a crear políticas públicas orientadas a la seguridad energética, la seguridad alimentaria, la reducción de los impactos del cambio climático, así como temas más generales, como mejor educación, más seguridad pública y mejor infraestructura. .
Al término del Diálogo de Líderes, Plöger también destacó las acciones que viene realizando el CEAL para la integración entre los países de las Américas y resaltó que es muy importante ver este movimiento de una América unida. “Es necesario buscar más esa comprensión de la integración”, concluyó. El evento fue mediado por Christian Lohbauer, presidente de CropLife Brasil.