Ana Belén Ehuletche, La Nación, Suplemento de Comercio Exterior, 14 de abril de 2021
Luego de 44 años, el Reino Unido se separó de la Unión Europea y busca fortalecer su rol como global trader. El nuevo contexto, que no escapa a los golpes que produjo la pandemia a nivel mundial, muestra desafíos y oportunidades para el Mercosur, según se analizó hoy en el seminario organizado por la Cámara de Comercio Argentino Británica (CCAB) junto al Grupo de Países Productores del Sur (GPS) y la BACC – British Argentine Chamber of Commerce (BACC).
Para introducir su exposición, Daniel Funes de Rioja, titular de la Coordinadora de Productos de la Industria Alimenticia (Copal) señaló que “el Mercosur es una puerta fundamental de acceso a mercados por parte de los 4 países que lo constituimos”. Además, destacó el “compromiso fuerte” del empresariado argentino con el bloque económico del sur y agregó que espera que “siga teniendo un recorrido adecuado, pero mucho más dinámico y moderno”.
Respecto a la relación comercial de los países del bloque económico del sur con Reino Unido advirtió que “es baja” y dijo que “ninguno se encuentra entre los 10 principales orígenes de las compras del Reino Unido de alimentos procesados y productos agroalimentarios”. En ese sentido marcó que la Argentina ocupa el puesto 12 y Brasil el 15. “Algunos sectores como vino, carne bovina, aviar y, en menor medida caña de azúcar, jugos y frutos, podrían verse beneficiados con reducción de aranceles y mayores facilidades de acceso a este mercado”, explicó Funes de Rioja.
Algunos sectores como vino, carne bovina, aviar y, en menor medida caña de azúcar, jugos y frutos, podrían verse beneficiados con reducción de aranceles y mayores facilidades de acceso a este mercado
En ese sentido aclaró que el camino debe beneficiar a ambos países y destacó que “hace 10 años que tenemos nuestras exportaciones estancadas, cuando no disminuidas, en el sector de la industria alimenticia” donde existen 1200 empresas que venden a diversos países. “Esperamos que esta crisis nos abra oportunidades y podamos crecer en empresas, empleo e intercambios comerciales recíprocos”, dijo el dirigente que también ocupa la vicepresidencia de la Unión Industrial Argentina (UIA).
Luego, Enrique Mantilla, presidente de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA) comentó los resultados de un estudio donde se analizó el comportamiento de los sectores exportadores desde que Inglaterra salió de la Unión Europea.
Básicamente contó que en sectores con el complejo químico se pudieron establecer compatibilidades, pero en el caso de productos agrícolas los cambios son “sustantivos”, indicó. “De acá al 2027 hay un proceso de disminución de las ayudas directas que se reemplazan por tipo de ayudas que tienden a incentivar un agro limpio, el cuidado de la tierra, del paisaje y amigable con el medio ambiente”, añadió.
Mantilla explicó que los incentivos directos y más tradicionales, ahora se volverán “especiales” y se enfocarán en la recuperación del ambiente, las tierras, aguas y la flora local. “Ya se ven políticas específicas en las cadenas de supermercados·, dijo y apuntó que “es aquí donde hay que profundizar y ver cómo evoluciona toda la política agrícola de Gran Bretaña que es donde hay mayores cambios”.
Las exportaciones totales anuales de Reino Unido valen casi exactamente lo mismo que las exportaciones de alimentos de los países del Mercosur, aproximadamente 41.500 millones de dólares
En otra cadena de interés para el intercambio comercial como los servicios de la industria del conocimiento no se detectaron mayores problemas de integración, pero, según el presidente de CERA “en inversiones es importante tener en cuenta que Gran Bretaña, es puente de otras inversiones; hay un tema de reputación en términos jurídicos que se debe estudiar cuidadosamente”, dijo.
Al presentar los resultados del trabajo realizado por GPS, Norberto Pontiroli, parte de la consultora que agrupa a expertos en agro negocios de los países fundadores del Mercosur y busca contribuir la integración y proyección internacional, destacó que los países del Mercosur son los mayores exportadores netos de alimento del mundo mientras que el Reino Unido se encuentra entre los primeros 3 mayores importadores netos globales de bienes agrícolas y alimentos procesados.
“Cuando observamos el superávit estructural entre Argentina y Reino Unido, esta base de complementariedad resulta muy importante porque pone sobre la mesa la dimensión de la oportunidad, expresó Pontiroli.
Entre los datos sobresalientes, marcó que “las exportaciones totales anuales de Reino Unido valen casi exactamente lo mismo que las exportaciones de alimentos de los países del Mercosur, aproximadamente 41.500 millones de dólares”.
Si bien hoy el Reino Unido no es un mercado significativo para las exportaciones del Mercosur, representa poco menos del 1% de las ventas externas totales, la cifra se triplica al observar la actividad de los alimentos procesados y del agro.
Como dato a registrar, Pontiroli señaló que sólo la mitad de los alimentos que se consumen en el Reino Unido son producidos localmente y dijo que, en el 2020, pese a la pandemia, el comercio bilateral se mantuvo.
Actualmente cerca de las tres cuartas partes de la importación de alimentos del Reino Unido provienen de la UE: Francia, Países Bajos, Irlanda y Alemania, principalmente. “Ningún país del Mercosur se encuentra entre los principales socios comerciales pero el potencial de un acuerdo entre estos dos conjuntos muy complementarios de economías es enorme”, afirmó.
A modo de ejemplo, menciono el caso del vino, que “es el único rubro exportador hacia el Reino Unido que no solamente ha demostrado la capacidad de aumentar sostenidamente las ventas tanto en cantidad como en valor, con la participación de cerca de 100 empresas, sino además lo ha hecho en condiciones arancelarias desfavorables respecto a otros competidores como Chile, Australia o Sudáfrica”, describió el especialista.
Y volvió sobre las oportunidades tanto para la vitivinicultura, como para la carne bovina y aviar, que, según indicó, el Reino Unido importa anualmente por más de 6 mil millones de dólares.
Entre los sectores que podrían verse beneficias con una potencial reducción de aranceles, también se refirió a productos derivados de la caña de azúcar, preparaciones de frutas, frutos sector, hortalizas, cebollas, ajos y puerros, y productos de la pesca.
Pese al evidente contexto de complementariedad comercial en potencia Pontiroli subrayó que el consumo de alimentos es un tema “socialmente sensible” para Europa en general y dijo que “no será fácil persuadir a la población británica de que comience a importar productos del otro lado de la cuenca atlántica”.
“Sin embargo-agregó- dado que el Brexit significa un punto de inflexión para el Reino Unido, deberá crear asociación y buscar resultados en su estrategia de separación de la UE·.
Aunque no descartó que existen visiones más exenticas y aclaró que Reino Unido tiene acuerdos preestablecidos con Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda aseguró que “se pueden alcanzar contratos ventajosos en el corto plazo”. “Surge claramente el interés de promover negociaciones y acuerdos con los países del bloque, particularmente, con los que la UE tiene preferencias comerciales que Londres ha dejado de tener”.
Además, se refirió a “señales” que surgen de la Revisión de la política exterior de seguridad y defensa que presentó recientemente el gobierno inglés, documento que fue definido como el más importante desde la segunda guerra mundial.
“Por un lado describe el contexto global post Brexit como un orden internacional cada vez más fragmentado y multipolar, por otra parte, destaca la ambición británica de jugar un rol mayor en la región de indo-pacifico donde claramente se estipula que desempeñará un papel en la gobernanza global democrática y el comercio global”, analizó Pontiroli.
“Aunque no es una prioridad explicita es una opción atractiva qué destacaría el aspecto del Reino Unido como global trader”, reforzó y agregó que “podría ser menos oneroso para el bloque hacer un traje a medida con el Reino Unido a lo que fue con la UE ya que entre las economías existen menos sensibilidades comerciales·.
En un contexto donde la oferta y la demanda se sobreexpondrán los especialistas de GPS encuentran que una serie de “intereses compartidos” como cuestiones de género y empoderamiento económico de las mujeres, disposiciones de sostenibilidad ambiental, el crecimiento amigable con el planeta y el apoyo a las pymes exportadoras, pueden abrir negociaciones entre Argentina y el Reino Unido.
Para el cierre, el diplomático británico, John Hughes, director de la BACC, destacó que las posibilidades de exportación de los países del Mercosur representan una “puerta abierta” para Reino unido. “Tenemos una economía de la cual el 80% proviene de servicios, para nosotros se puede ver una situación de complementación posible, pero se necesita tiempo”, expresó.
“La amplitud de la vacunación le permitió al gobierno británico avanzar en una lista para los próximos años; se necesita tiempo para avanzar en un acuerdo, pero estoy seguro que el sector privado es importante para dar un impulso a los gobiernos del Mercosur y también hacia el británico”, añadió.
Al fin del encuentro Santiago Pezzati, presidente de la CCAB, destacó la realización del seminario para “generar una estrategia y tener contenido a la hora de llevar una propuesta a los gobiernos, la información está y hoy se presenta como una oportunidad para aumentar el flujo comercial y las inversiones”, afirmó.