La región asiática está posicionada para ser un socio crítico para los proveedores agroindustriales del Cono Sur por muchos años. Asia continuará impulsando el crecimiento de la población mundial durante las próximas décadas, y se espera que la clase media asiática llegue a 5 mil millones de personas para 2030 (Ferrando, 2013), con gran parte de ese crecimiento liderado por China. El continuo incremento de la clase media en Asia garantizará altas tasas de demanda para numerosos productos agroalimentarios del Cono Sur, incluidos los granos para consumo humano y animal, las carnes y una serie de productos de alta gama como lácteos, vino y frutas.
Al mismo tiempo, la guerra comercial entre EEUU y China ha dado lugar a un período único de oportunidades para la región de América Latina, y especialmente para sus principales productores agrícolas. Como resultado de las incertidumbres y los desafíos provocados por las crecientes tensiones entre ambos países y los aranceles aplicados por USD 735 mil millones en productos estadounidenses y chinos, China está buscando diversificar sus asociaciones en sectores estratégicos, incluidos la energía y los alimentos. El Cono Sur puede convertirse en una región aún más valiosa para China en este contexto, especialmente en lo que respecta al suministro de bienes agrícolas clave.
Este informe conjunto de GPS y el Inter American Dialogue presenta propuestas para que los países de la región puedan aprovechar la ventana de oportunidad que se abre con China. El mismo es el resultado de un seminario del mismo nombre organizado en forma conjunta por ambas instituciones más la CAF en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires el 25 y 26 de junio de 2019. El seminario contó con la participación de un nutrido grupo de expertos quienes discutieron durante dos días las estrategias de relacionamiento de los países del Cono Sur con China, particularmente en función a los sectores agroalimentarios.